domingo, 26 de agosto de 2012

Duele.


Duele la dulce verdad. Duele sentirse atrapado. Duele verse rodeado de oscuridad. Duele sentir la soga alrededor del cuello que se estira lentamente. Duele el pensamiento. Todo duele. Duele sentirse solo. Duele el eco de los gritos en mis oídos. Duelen estas ganas de volar que llevo por dentro. Duele la sonrisa atrapada en mis labios. Duele el cariño que no puedo dar. Duele la vida. Duelen ellos. Duele la humillación. Duele la voz de auxilio que grita mi cerebro. Duele porque nunca quise todo esto. Duele lo que nunca tuve. Duelen las lágrimas. Duele el dolor que causo sin querer. Duele porque no puedo. Duele querer huir. Duele querer alejarse de todo lo que causa dolor. Duele la ironía. Duelen sus voces estúpidas. Duele el NO de siempre. Duele la edad que llevo encima y lo poco que he logrado. Duele querer que todo sea perfecto.     

sábado, 4 de agosto de 2012

La mujer que soñó con la soledad.


Dormida estaba en el sueño más profundo, como si hubiese bebido alguna pócima, algún brebaje embrujado. Intentaba despertar a cada instante, pero no podía. Atada de pies y manos se sentía, sus músculos atróficos no respondían a ningún llamado de auxilio de su atormentado corazón. Cualquier intento de escapar de aquella pesadilla prolongaba más aquella agonía.
Rodeada estaba de sombras, de cuerpos sin forma, de seres sin vida, agónicos al igual que ella. Cuerpos vencidos por la despiadada y más cruel de las mujeres que habitaba todas las ciudades de la desolación. Eran los esclavos de La Soledad.     
Y de la misma manera como a todos ellos logró invadir sin piedad, Ella, La Soledad, buscaba lo mismo con el alma de aquella indefensa. La tenía atrapada, encadenada y custodiada, en busca de hacerla su esclava.
-¡Auxilio! Gritaba desconsolada, pero su voz no tenía sonido, en cambio un eco ensordecedor volvía a sus oídos sin respuesta alguna. -¿Acaso nadie me escucha? Gruñía dentro de sí.
En aquel momento sintió una brisa fría en el rostro, justo en las mejillas. Era el beso de aquellos labios fríos de la mujer que alguna vez fuera desconocida para ella, al mismo tiempo que el mar se desplomaba sobre su ser.
La soledad es ese dolor inconcebible que no duele pero molesta. Es ausencia y es presencia. Es tristeza y es felicidad. Es el recuerdo mismo en el olvido de todo. Es desesperanza y es desconfianza. Es lejanía y es encierro.      
Es un desierto hermoso pintado ante los ojos de una ciega. Es la gota de lágrima que se vuelve compañía como agua que sacia la sed.  Es esa mirada cansada que no se ve, y es el esfuerzo de aquel grito que nadie escucha.
Es el eco de la nada que rebota ante los sentidos…

jueves, 3 de mayo de 2012

Incógnita


Miedo al miedo, loca a la locura
Respiro tu suspiro, auxilio a tu auxilio
Callo a tu silencio, grito ante tus gritos
Mírame
Huir, huyo al volar, huyamos
El sentir exagerado, un sentimiento
Un delirio, el reír exagerado
La pureza de lo impuro, lo impuro de lo puro
El sufrimiento de la nada, en la nada cae el sufrimiento
¿Qué son?
Belleza de lo oscuro, lo oscuro de una belleza
Huir gritando, pidiendo auxilio, respirando asfixiada, suspirando
Bella nada, riendo, juguemos lo oscuro, deliremos
Mucho y nada, nada y mucho, nada, todo
El eco del murmullo rebota ante tus ojos
Feliz termino, inocente, huellas dejo
Fascinada, inspirada, paradójicamente, muero…

domingo, 8 de abril de 2012

El grito

A veces el pensar que la vida es un escenario.
A veces el sentir que todo el tiempo se está actuando.
A veces el miedo de que la obra termine.
A veces el miedo de ser nada.
A veces el miedo de ser muerta.
Pensar y darse cuenta de que a veces hay más miedos que pensamientos y sentimientos.   
No quiero estar fingiendo. 
Respirar, sentir y pensar. 


miércoles, 29 de febrero de 2012

Ternura de un alma de 17 años.


Llegamos juntos a un rincón de este infinito mundo hecho pedazos.

Desconocidos los dos, sin sospechar siquiera que de un día para el otro
la distancia de nuestros corazones tendría algo que enseñar.
Atraídos por un estruendoso sonido mágico para nuestros oídos,
dos ojos se cruzaron a larga distancia,  
se unieron formando un infinito universo desierto de almas.
Solos los dos, en una noche estrellada de luna llena,
tu cuerpo cubría al mío del frío que nos acechaba.
Sentí tu calor toda la noche,
la luna que nos maravillaba se despedía lentamente
para dejar que el amanecer me despertara en tus brazos.
Bajo el calor del sol me declaraste tu infinito amor exorbitante para mí,
desde ese momento quise amanecer en tus brazos para siempre.  

sábado, 18 de febrero de 2012

Una carta para aquel que un día fue tratando de explicar mi utopía sobre el amor...


¿Qué es el amor? ¿Quién ama realmente? ¿Cuál es límite del amor? 
No sé si concebí un concepto equivocado del amor, en realidad estoy en un punto en donde creo  poder conceptualizar el amor pensando coherentemente, pero ese concepto ha escapado de mi consciente y se ha introducido en mi inconsciente de forma distorsionada.
¡No sé que tanto me entienden!
 Sabía desde pequeña que se puede amar varias cosas, a una persona, al dinero, a la familia, a los hijos, a los padres, quién sabe a qué otra cosa más. En este caso me remito a hablar del amor hacia una persona. El amor apasionado y respetuoso. El amor para mí, el CONCEPTO DE AMOR es… es… es… dejar ser, SER Y DEJAR SER. Sí, así como suena SER Y DERJAR SER.
El amor es algo que se construye sobre cimientos, deben ser cimientos bien duros, cimientos que puedan resistir a cualquier tormenta. Esos cimientos para mí, son los valores, pero valores que deben ser bien conceptualizados, conceptos claros. La clave para disfrutar del amor es construir bien estos cimientos, querer construirlos bien, querer más que nada, y todo ese querer construir se convierte en admiración, aprecio, orgullo, cariño, apoyo, satisfacción, protección, CONFIANZA, AMOR, RESPETO.
Se me hace difícil definirme, porque la confianza es algo que se gana al tratar de construir ese cimiento, o tal vez ya está ganado y lo que pasa es que se pierde al construir mal el cimiento. Lo mismo el respeto, que va de la mano con la confianza, si hay respeto hay confianza, y por eso considero al respeto como un cimiento importante. El respeto es base, es proceso, es resultado. Al no haber respeto, no hay confianza, la confianza es como una clave esencial.
[Es así como mi cabeza, da vueltas y vueltas sobre conceptos]
Sí, eso es el amor para mí. El día a día queriendo construir la vida a lado de la persona que crees que también quiere construir la vida a lado tuyo. Algo muy importante y esencial, el amor es de a dos, el amor se construye de a dos.
He aquí un dilema difícil de explicar. Bueno, creo que por eso hablé de conceptos, dos personas que tienen conceptos diferentes sobre el mismo valor, dos personas que culturalmente hablando procesaron distintas ideas sobre un mismo valor es muy difícil que se entiendan. Muchos de los choques, discusiones, enfrentamientos o como quiera usted llamarlo ocurren porque las dos personas fueron educadas de distinta manera en el seno familiar, los llamados “choques culturales”. Diálogo constante, diálogo constante, es la única clave, no hay secreto, la comunicación, los acuerdos mutuos.
Creo que cuando los conceptos de los valores se hacen claros para las dos personas dentro de la relación, uno automáticamente DEJA SER Y ES, porque no hay nada torcido, no hay punto quebrado en la relación, los conceptos están claros y sabes que esa persona no te va a defraudar. No hay desconfianza porque sabes el actuar de la otra persona, como es, como piensa, que espera. Lo conoces, lo conociste en el transcurso de la construcción de tal AMOR, te llena, es suficiente.
…Y uno ES porque un amor así te hace sentir grande, potente, sentís que podes sobrepasar obstáculos gigantes, hay una mano atajándote la espalda para que no te caigas, hay una PERSONA IMPORTANTE detrás de ti que sabes que JAMÁS te va a defraudar porque sabes que te AMA, te RESPETA, QUIERE SU VIDA A LADO TUYO, QUIERE HIJOS CONTIGO, QUIERE UNA VIDA CONTIGO, sabes que podes contar con él para cualquier situación, cualquier problema que se te presente, él va a estar ahí tratando de buscar una solución. UNO SABE QUE NO ESTA SOLO.
Entregar todo por la otra persona, entregar todo por amor, es entregarse en cuerpo y alma, pero entregarse sin dejar de ser. Es algo muy difícil de definir, es difícil encontrar un punto en el que te entregas por completo, pero sin dejar de ser. Un amor que da la vida por el otro, con vida me refiero a muerte, que deja de lado su PERSONA o lo que quiere ser, para que la otra persona sea, eso no es amor, eso es OBSESIÓN, eso es devastarse y ser devastado, es un amor quebrado y enfermizo, mal estructurado, un amor egoísta. El amor DEJA SER. El amor no es ser UNO, el amor es seguir el mismo camino SIENDO y dejando SER. Caminar juntos.
El amor es aceptar al otro tal cual es con virtudes y defectos. En la “salud y en la enfermedad”. En todo momento, “hasta que la muerte los separe”.  
El amor, el verdadero amor te hace volar, no te destroza, no DESCONFÍA, no te hace sentir menos que los demás, te enseña, te ayuda, te apoya, te hace feliz, no te hace sufrir. No me voy a cansar de repetir EL VERDADERO AMOR ES Y DEJA SER. No restringe, no prohíbe, CONFÍA, cree. Te hace sentir que podes tocar el cielo con las manos, inclusive bajar estrellas...

PD: Más que una utopía para mí ERA un sueño, pero para ÉL un simple juego. 

 


jueves, 9 de febrero de 2012

Prisionera en tu corazón.


Barrotes oscuros de los que me agarro fuerte con las dos manos, ausencia a mi alrededor.
Aquel murmullo que se desliza sobre tus labios, tu voz.
El sonido de tu respiración tranquiliza mis miedos, lo siento justo en mí.
El mundo ahí afuera, se ríe y habla de mí.
¿No notas mi presencia?
El bombeo me atemoriza, el terremoto, un tsunami.
Me alimento de las burbujas de tu sangre.
Sácame de aquí te he gritado mil veces, mátame si quieres, pero déjame ir.
Escucho tus risas, tus llantos, te siento muy cerca de mí.
Me has metido aquí sin siquiera preguntar si me gustaría.
Cuatro puertas y yo aquí sin poder salir, prisionera de ti.
Esa presión que mata mis sentidos.
No escucho, no veo, no oigo, no miro, lo que ahí afuera está pasando sin mí.
Respiro apenas, tengo ganas de vivir.
Sácame de aquí, te ayudare a ser feliz.  


miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Puedo simplemente ser? -Me pregunté-

Que el aire sea la energía que me inspire a vivir,

que el verde sea el hogar que me anide al llegar,

que las palabras se peguen a mis ojos y yo no a ellos, reír,

que el sol me alumbre en la oscuridad,

que mi sangre sea el veneno que tenga que tomar,

que el humo me deje respirar en paz,

que el rumbo no sea fijo, titubeante,

que tú seas un simple espectador y que veas a mi vida seguir,  

que las palabras sean susurros de amor al dormir,

que la desnudez se haga a nuestro antojo, sentir,

que lo que tenga que ser mañana no atormente mi vivir,

que la pasión me carcoma hasta simplemente derretir aquel corazón,

aquel corazón que se desangra por ser, simplemente ser.

Que todo no sea, que yo solo sea.

Que un usurpador no se vuelva una inspiración,

que la realidad sea más que falacias,

que simplemente ser no sea un anhelo. 

sábado, 4 de febrero de 2012

El llamado de la muerte nazi.


Se levantó de su cama brutalmente, como si hubiese escuchado que alguien la estaba llamando, pero solo fue su imaginación, o tal vez la estaban llamando, pero desde el otro mundo. ¿Quién sabe?
Toda la casa estaba vacía, eran las siete de la mañana. Tenía que partir muy lejos, se movía por inercia, su cabeza le daba vueltas y vueltas. No encontraba respuesta alguna. Sus ojos abiertos e intactos casi no pestañeaban.
Se dio una ducha fría, se vistió, apagó el silencio y salió a tomar el colectivo. A la vuelta de la casa prendió un cigarrillo, el humo empapaba sus ojos y los dejaba rojos. El olor nauseabundo impedía que las personas se le acercaran.
La palidez nunca había abandonado su rostro, desde que era una niña. No tenía rumbo fijo, pero sin pensarlo abordó el colectivo. Iba parada en el medio, con movimientos justos como para no golpear a nadie.
Era una mañana muy fría. Sin querer volteó la cabeza hacia un costado y vio parado a su lado a un hombre. Sus manos estaban frías y temblaban. El hombre la miró y le sonrió. Era alto, flaco, de ojos verdes, tenía el cabello negro y le cubría el cuello. Le había sonreído de una manera tan anormal, socarronamente. Sus ojos producían una mirada muy segura, muy penetrante, algo así como cuchillos en el medio del corazón, eran hundidos pero saltones a la vez. Sus cejas fruncidas atemorizaban aun más.
Ella volvió a mirar al frente, por su mente empezaron a pasar miles y miles de rostros indescriptibles, a la misma velocidad a la que un haz de luz desaparece. Las personas que caminaban por la calle se asemejaban a almas en pena, se percibía sus rostros de infelicidad, inseguridad y desesperación. Ese día hubiera de pasar algo inolvidable en aquella inhóspita ciudad.
Todo lo que veía, lo que imaginaba, lo que sentía, la dejaban cada vez más sin respuesta.
Unos kilómetros después bajó del colectivo, la frecuencia cardiaca se le había acelerado bastante. El hombre bajo detrás de ella. Debido a su miedo no percibió tal acto. Ella sentía que se alejaba cada vez más de este mundo, de la realidad y sentía que no podía hacer nada para cambiarlo. No podía sobrepasar tal obstáculo, su destino. No confiaba en nadie más que en ella, su alma.
De pronto toda la ciudad queda vacía, quedo atrás. El cielo se oscureció. La luz se apagó en su rostro. El hombre la estiro del brazo compulsivamente. Su voz quedo muda, la de ella, intentando pedir ayuda. Eran solo él y ella, el silencio.
El hombre no producía zumbido alguno, la acariciaba lentamente. La inconsciencia asustada de ella le abatía el alma, hablando mudamente. El hombre, psicópata, la empujo al suelo, él cayó lentamente sobre su cuerpo. Surgían movimientos extraños. Los gemidos de la mujer no se podían discernir. ¿Pedía auxilio o disfrutaba aquel dolor?
Una semana más tarde después de la desaparición, se había encontrado el cadáver putrefacto, partes insoldables, cabeza, brazos, piernas. En cada uno de ellos incrustado el símbolo nazi, como si aquel maldito se estuviera burlando de la humanidad.                  
   

viernes, 3 de febrero de 2012

El amor como una navaja.

Me encanta, me apasiona, me destroza.
El filo de la navaja saborea este cuerpo excitado.
Recorre mi piel sudorosa, eriza mis sentidos más profundos.
Me encanta, me apasiona y me destroza.
Si vieras como recorre la sangre mi piel.
Si vieras como me encanta por dentro.
No te asustes, no me dejes, que me gusta.
Ese filo en el punto perfecto, tan filoso.
Guardarla otra vez sería un desperdicio.
El instinto de un engaño, el dolor de un abandono.
¿Cómo tal cosa puede crear un sentimiento tan puro?
Tan brillante y asqueroso.
Sé que nadie entiende, pero es hermoso.
No, nadie puede entender.
Pero, sí, es mejor que lo guarde.